Noches de insomnio,
en la que los sentimientos están a flor de piel,
mientras intento no pensar,
encuentro la forma de evadirme,
como aquel pintor en busca de un pincel
que dibuja sus pensamientos,
me decidí a plasmar lo que siento,
con un papel en mano
y un bolígrafo a medio gastar.
Tanto duelen aquellas cosas que pasaron,
que aun siguen estando aquí.
En estos momentos
me doy cuenta que no supere el dolor,
o quizás sea, que no me dejen superarlo,
aquel que a base de guantazos en forma de palabras
sigue recorriéndome la memoria.
Que yo fui una víctima mas de esa situación,
y déjenme decirles,
que la que aun sigue sufriéndolo,
tantas mentiras vertidas,
y aun no entiendo de que me asombro,
aquellas personas que no elegí tener en mi vida,
que simplemente fueron las que me tocaron,
como pudieron hacerle tanto daño a una niña,
como pudieron inventar mil mentiras,
si a ojos de la gente hacen como que me quieren.
Dejen de aparentar y muéstrenlo,
quítense la mascara,
y dejen que les vean su verdadero rostro
que yo ya e visto lo que asoma
detrás de esa cara inocente.
Que ya no soy una niña,
quiero que lo entiendan,
que no se hace daño gratuitamente,
también me gustaría decirlo.
Vivan su vida de apariencia,
pero no cuenten conmigo para vivirla,
que hoy aquí constancia dejo,
que vuestra vida y la mía,
no van de la mano.
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